utilización de resinas sintéticas en la imitación de materiales tradicionales
Durante los procesos de restauración y llegando a la reintegración podemos encontrarnos con dos escenarios principalmente:
Ciertos materiales que, en su día se utilizaban de manera habitual, pero que hoy en día está prohibida su venta o, simplemente, se prefieren no usar porque no son fáciles de encontrar. Aquí tenemos el nácar, marfil, carey, asta, el hueso o la tagua.
Materiales pétreos con un patrón de color y/o veteado específicos.
Existen muchos más materiales que pueden ser imitados con las resinas pero en este texto nos quedaremos con estos dos casos ya que son los que con más frecuencia nos llegan.
El uso de resinas tiene considerables ventajas:
Reversibilidad.
Fácil identificación.
Permite el uso de moldes para reproducir piezas existentes.
Se adapta al original sin que éste sufra daños.
Amplia gama de resinas con diferentes propiedades entre las que elegir según las necesidades.
Aceptan cargas de muy diferentes naturaleza y pigmentos.
Según la resina se pueden pulir, patinar, encerar… logrando acabados muy similares a los originales.
Las resinas sintéticas que utilizamos con más frecuencia son:
Resina acrílica. Se trata de una resina compuesta por dos componentes, un polvo y un líquido. El resultado es un material de aspecto similar a la escayola, algo más amarillento, muy duro y compacto. Esta resina funciona a la perfección en la imitación de piedras, siempre que estas sean opacas o muy poco translúcidas. Otra ventaja de esta resina es que admite muy bien la reintegración cromática sobre ella para acabar de ajustar el color o las vetas.
Resina epoxi. Dentro de la resina epoxi encontramos múltiples variedades: que catalizan antes o después, que son más o menos transparentes, que envejecen amarilleando o no, etc. En todos los casos está formada por dos componentes líquidos. Esta resina admite mucha carga y no tiene un aspecto “propio” inicial por lo que las características estéticas se le dan con los aditivos y las cargas. Al aumentar o disminuir esta carga también podemos controlar la fluidez y dejar que la resina entre en moldes haciendo el registro completo de las piezas o, por el contrario, aplicarla directamente sobre la pieza y modelando ligeramente. Esta resina, una vez endurecida pero sin haber pasado mucho tiempo, es un poco flexible así que permite hacer planchas con ella y cortar piezas pequeñas con bastante precisión (para el caso de taraceas). Los materiales que más solemos imitar con la resina epoxi son nácar, marfil, tagua, hueso, etc.
En cuanto a las cargas pueden ser muy variadas pero al final tratamos de hacer pruebas individualizadas según la pieza para ajustar el aspecto a cada una de ellas. Pigmentos, micas, sulfato o carbonato de calcio, polvo de mármol, etc.
A continuación dejamos algunas imágenes de trabajos en los que hemos utilizado resinas.
Reintegración de nácar con epoxi y micas.
Reintegración de nácar con epoxi y micas. Plancha con los cortes marcados y algunas piezas ya recortadas.
Reintegración de nacar con epoxi y micas. En la izquierda se señalan las piezas reintegradas. En la imagen superior se ven los moldes y algunas de las reproducciones realizadas.
Reintegración de marfil con epoxi, sulfato de calcio y pigmentos.
Reintegración de alabastro con resina acrílica. Se pusieron espigas de fibra de vidrio para reforzar y se acabó reintegrando el color con pigmentos.
Reintegración de mármol con resina acrílica coloreada con pigmentos.