proceso de restauración de mesa de mármol
El objeto de restauración es una mesa de piedra con un pie formado por varias piezas que encajan entre sí y se unen mediante una espiga roscada de hierro y un tablero superior decorado con trabajo de mosaico de piedras en forma de escamas colocadas de manera concéntrica.
Además de este añadido la mesa presentaba las alteraciones normales: suciedad, masillas y escayolas, piezas despegadas, restos de adhesivos, etc.
Nuestra propuesta de intervención era tratar de devolver el aspecto original a la mesa eliminando el añadido de la piedra gruesa circular pero necesitábamos darle un apoyo al tablero para no forzar las zonas rotas. También quisimos recuperar la posibilidad de desmontar las piezas del pie en caso de ser necesario. La intervención, por tanto, podemos dividirla en dos partes: el pie y el tablero.
EL PIE.
El pie nos llegó al taller todo unido incluida la piedra circular añadida así que el primer trabajo fue ir separando las piezas poco a poco. Desde la parte inferior pudimos quitar la tuerca que hacía de tope y fuimos eliminando escayolas y morteros que se habían utilizado para rellenar los huecos y “macizar” todo.
Una vez separadas todas las piezas se limpiaron mediante vapor y jabón suave para eliminar la suciedad superficial y la grasa.
Para el montaje evitamos el uso de cualquier adhesivo o mortero. Solamente dejamos que las piezas reposaran las unas sobre las otras con una lámina de polietileno entre ellas para evitar roces y favorecer la estabilidad, quedando unidas por la nueva espiga. La espiga/varilla roscada antigua la sustituimos por una de acero inoxidable y la forramos también con polietileno.
En la pieza última superior, el capitel, introdujimos y fijamos tres espigas de resina y fibra de vidrio para el encaje del tablero. Aprovechamos unos agujeros existentes e hicimos uno nuevo. Los que no utilizamos los sellamos con resina acrílica. Con esta misma resina acrílica hemos realizado las reintegraciones de volumen necesarias, coloreándola con pigmento a fin de imitar las vetas de la piedra.
EL TABLERO.
Cuando llegó al taller el tablero tenía muchos restos de escayola en la parte inferior (de haber estado unido a la piedra añadida) y todo el borde estaba con cinta de embalaje para sujetar muchas de las piezas del borde que estaban desprendidas. Además la superficie se encontraba muy sucia, con grasa, polvo, adhesivos… Las grietas que se rellenaron en su día por las zonas de rotura estaban muy sucias y ennegrecidas.
Por la parte inferior, al eliminar la escayola, aparecieron unas grapas de hierro muy oxidadas que sujetaban las distintas piezas. La intervención del tablero empezó por esta parte inferior, limpiando la escayola, revirtiendo el proceso de oxidación de las grapas con ácido fosfórico e inhibiendo su futura oxidación con resina acrílica (PARALOID B44). Posteriormente rellenamos el hueco para nivelar la superficie con resina acrílica (ACRYSTAL).
El siguiente paso fue darle la estabilidad necesaria para solventar las roturas y poder eliminar el círculo de piedra con el que llegó. En la parte inferior se reforzó con MAT de fibra de vidrio adherido con resina de poliéster quedando una lámina muy fina pero resistente y, para añadir solidez, se le colocó una plancha de 8mm de policarbonato compacto de 80cm de diámetro.
Por último se hicieron los agujeros para la introducción de las espigas del pie para su montaje.
En la parte visible, superior del tablero se limpiaron los adhesivos y la suciedad con vapor, jabón suave y bisturí (para eliminar los morteros envejecidos). Las zonas del borde se pegaron con adhesivo de base de acetato de polivinilo y las reconstrucciones y reintegraciones se llevaron a cabo con resina acrílica (ACRYSTAL) coloreada.
FOTOS FINALES DE LA MESA